Partiendo de una historia real y conocida, aunque rápidamente olvidada, la compañía Las Niñas de Cádiz se sumerge en su nuevo espectáculo en un inquietante mundo de intrigas y traiciones palaciegas con tintes de thriller, habitado por personajes gobernados por el instinto, por la pasión, que ni dudan ni se arrepienten de ser como son.
La compañía gaditana Las Niñas de Cádiz presenta en Feria de Palma ‘La reina Brava, su trabajo más reciente, que nace, como ya lo hicieran sus tres últimos montajes, de la fusión de los clásicos del teatro universal con el arte iconoclasta del carnaval de Cádiz.
‘La reina Brava’ es un espectáculo escrito y dirigido por Ana López Segovia y con un elenco formado por Alicia Rodriguez, Ana López Segovia y Rocío Segovia. Inspirada en Shakespeare, el teatro isabelino, el romance castellano, la sátira política y el drama histórico, se trata de una comedia trágica que fusiona lo clásico con la frescura y el ingenio propios de Las Niñas de Cádiz. Esta obra nos traslada a una corte llena de intrigas, donde una reina tiránica, odiada por todos, es asesinada por una madre movida por el ansia de venganza. El crimen da paso a un juicio vergonzante y una condena al olvido.
Romance de La Reina Brava es una sátira política, una recreación libre, llena de licencias poéticas, de unos acontecimientos no muy lejanos en el tiempo, tristes y extraños. «La Reina Brava es un triple salto mortal en la historia de nuestra compañía: un drama satírico ibérico», avanza la dramaturga Ana López Segovia. El montaje sigue manteniendo el nexo y la continuidad con otros espectáculos de Las Niñas de Cádiz, especialmente en tres aspectos. «Por un Iado, continuamos fusionando la tradición literaria de los grandes clásicos con la cultura popular. Por otro, seguimos dejándonos seducir, como en otras ocasiones, por esos personajes que deambulan en los límites de las sombras, extremos y excesivos, que no se arrepienten de ser como son. Nos sumergimos en el alma de estos seres y nos empapamos de su locura, sin juzgarlos, sin ni siquiera entenderlos. Simplemente los dejamos ser. Y por último, sazonamos todo ello con el humor, la marca de Las Niñas de Cádiz. Es la herencia de nuestra tierra, ¿qué le vamos a hacer?»,
‘La Reina Brava’ es una obra que refleja la capacidad de la compañía para mezclar el rigor literario con el humor irreverente. Los personajes, extremos y excesivos, nos invitan a sumergirnos en su locura sin juicio. Esta tragedia cómica, con tintes shakesperianos, ofrece una nueva mirada a los clásicos, manteniendo siempre la esencia irreverente de Las Niñas de Cádiz.
La compañía explica que siguen con el verso y con la canción como hilo conductor de la narración, con la interpretación expresiva y orgánica que se burla la cuarta pared. Seguimos haciendo una fiesta con el público, aunque esta vez bailaremos al son de los acordes más oscuros. El vestuario y la escenografía están inspirados en el teatro isabelino, traídos a nuestros días. Austeridad, minimalismo, sencillez, para resaltar con más efectividad la fuerza expresiva de cada elemento. El espacio sonoro nos sumerge en este ambiente desasosegante donde cualquiera puede ser un traidor, donde el asesinato acecha en cada uno de los tenebrosos corredores del castillo. Las luces inciden en este mundo de claroscuros, equívocos, clandestinidad y secretos contados a media voz.